Tarta de castañas, espelta y cardamomo.

Estamos en plena temporada de castañas por eso aprovecho para hacer cosas con las castañas que me regalan y que además me encantan. Estas concretamente me las dío mi suegra porque le regalaron un montón de castañas que la verdad es que salieron buenísimas. No venía ninguna mala, que eso es una suerte porque a veces te pones a pelar castañas y tienes que tirar la mitad, con el trabajo que da...  Bueno os pongo la receta de la tarta que hice que es muy fácil, la única dificultad que tiene es que hay que pelar las castañas y lleva un rato, pero vale la pena porque queda muy rica.

Ingredientes:
-500 gr de castañas (cocidas)
-3 huevos
-1 vaso de azúcar moreno
-1 vaso de aceite
-1 sobre de levadura
-1 vaso de leche
-4 cucharadas de harina de espelta
-5 vainas de cardamomo
-pizca de sal

Para el glaseado de vainilla:
-4 o 5 cucharadas de azúcar glass.
-1 cucharadita de leche
-1/2 cucharadita de esencia de vainilla

Elaboración:

Lo primero que tenemos que hacer es cocer las castañas  peladas de su primera piel con el cardamomo. Si no tenemos o no os gusta le podemos poner una rama de canela u otra cosa que nos guste.

Estas son las vainas de cardamomo.

Las dejamos unos 25 o 30 minutos, según el tamaño de las castañas. Cuando estén cocidas las escurrimos, las dejamos enfriar y le quitamos la segunda piel.

Reservamos unas cuantas castañas enteras para decorar la tarta y el resto lo trituramos con la leche.

Batimos bien los huevos con el azúcar y la pizca de sal

Añadimos el aceite y volvemos a mezclar.

Añadimos la harina de espelta y la levadura mezclándola con un colador.

Añadimos la mezcla de castañas y leche. Volvemos a mezclar , vertemos en un molde engrasado y metemos al horno. Dejamos que se cocine a 180º unos 40 minutos.

Cuando veamos que está listo pinchando con un palillo para saber si está  bien cocido, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar.

Cuando esté fría desmoldamos y hacemos el glaseado de vainilla. Para ello ponemos en  una taza o bol pequeño el azúcar, la leche y la vainilla y removemos bien con unas varillas. Con este glaseado bañamos las castañas, las colocamos encima de la tarta y echamos el resto del glaseado por la tarta.

Esta tarta tiene una miga densa y jugosa que me encanta y con ese saborcito a cardamomo mmmmm riquísima.

Vino una amiga a hacerme una visita el día que la hice y nos comimos un trozo cada una acompañada de un café con leche, estaba buenísima! Esta amiga  me trajo más castañas de su pueblo, otro día haré más cosas y las compartiré con vosotros en próximas entradas del blog.

Si os gustan las castañas probad esta tarta,  os va a encantar.
Saludos.
Sé.