miércoles, 29 de abril de 2020

Empanadillas de atún y champiñones


¿Y qué hacemos de cena? esta misma pregunta me hago yo muchas veces, además esta cuarentena por no salir de casa y aguantar varios días con lo que nos queda sin ir a hacer la compra, hay que agudizar el ingenio. El otro día con un paquete de obleas que había comprado la semana anterior y con lo que me quedaba por casa, hice éstas empanadillas de atún y champiñones que la verdad es que estaban súper ricas y si las  acompañamos de una ensalada tendremos una cena súper. Si hay algún ingrediente que no tengáis lo podéis sustituir por otro y os saldrán igual de ricas, lo que pretendo es daros ideas de que con lo que tenemos por casa podemos hacer recetitas muy buenas y muy fáciles.

Ingredientes:

-1 paquete de obleas para empanadillas
-1 lata de atún de 210 g
-2 o 3 dientes de ajo
-1 trozo de pimiento rojo (o verde)
-1 lata de champiñones
-orégano al gusto
-albahaca al gusto
-3 0 4 cucharadas de tomate frito
-sal
-aceite de oliva

Elaboración:

Lo primero es picar el ajo y dorarlo en una sartén con un poco de aceite. Añadimos el pimiento también picado y una pizca de sal.

Escurrimos los champiñones los picamos y los echamos en la sartén cuando el pimiento esté un poco pochado. También añadimos el orégano y la albahaca o cualquier otra especia que os guste.

Echamos el tomate y el atún desmenuzado, mezclamos ya con el fuego apagado. Con las prisas se me olvidó de hacer foto cuando acabé de hacer el mejunje, pero bueno se la saqué cuando estaba repartiendo en las obleas.

Ponemos las obleas en la encimera y repartimos el mejunje.

Cuando tengamos el mejunje repartido las vamos cerrando y sellando con un tenedor.

Vamos colocando las empanadillas en una fuente de horno cubierta con papel sulfurizado. Se pueden hacer fritas pero yo creo que en el horno quedan más ligeras al no absorber el aceite que sí lo harían durante la fritura.  Si queréis que os queden mas brillantes las podéis untar con huevo batido, yo en esta ocasión no las pinté.

Horneamos a 180º unos 15 minutos, el tiempo dependerá de como nos gusten de doraditas.

Y así quedaron éstas ricas empanadillas de atún y champiñones con el borde crujiente como a mí me gusta y muy jugosas por dentrto.

Para acompañarlas hice una sencilla ensalada de tomate rosa, aguacate y maíz aliñada con sal, albahaca y aceite de oliva virgen extra.

Un Saludo,

loquesecocinaencasa.blogspot.com
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martes, 21 de abril de 2020

Cronuts rápidos


Muchos de vosotros ya los conoceréis pero otros os preguntaréis ¿que es eso de los cronuts? pues bien, los cronuts son una mezcla entre cruasán y donut y los inventó un pastelero francés en Nueva York. Consiste en hacer una masa de cruasán darle la típica forma redonda del donut y después freirla creando las típicas láminas del cruasán. Como no me apetecía hacer la masa que es muy laboriosa y tenía un par de hojaldres en la nevera, hice mi versión de cronuts rápidos. El glaseado también lo hice de manera muy sencilla sólo les puse una mezcla de azúcar glass y leche por encima, pero los podríamos rellenar de cualquier cosa que nos apetezca, crema pastelera, mermelada, nata, merengue, chocolate, en fin que admite un montón de cosas.  La verdad es que están buenísimos, pero la próxima ocasión, en vez de freirlos los haré en el horno porque creo que de ésta manera serán menos calóricos y seguro que están igual de ricos, ya os contaré. 

Ingredientes:

-2 láminas de hojaldre (o más)
-mantequilla (un poco para untar un hojaldre)
-aceite (para freírlos)
-azúcar glass (blanco o moreno)
-un poco de leche

Elaboración:

Utilicé hojaldres refrigerados de los cuadrados que son los que tenía pero podéis hacerlos con cualquier hojaldre que tengáis en casa o que podáis conseguir. Sacamos un rato antes de la nevera los hojaldres porque si están muy fríos se romperán al desenrollarlos.

Desenrollamos el primer hojaldre y lo untamos por toda la superficie con un poco de mantequilla fundida.

Ponemos el otro encima y presionamos un poco para que se peguen. Si os gustan los cronuts más gorditos le podéis poner más capas de hojaldre, eso sí, untando con mantequilla para que se peguen bien.

Cortamos con cualquier cosa redonda que tengamos por casa, yo utilicé una tapa de café soluble y para el agujero pequeño una boca de manga pastelera.

Como sólo me salieron nueve, luego lo que hice fué cortar por un lado la masa que me sobraba y pegarla en el otro lado para hacer otros tres.

Seguimos haciendo hasta que no podamos hacer más y la masa que sobra la juntamos toda y la estiramos un poco para hacer más.

Con la masa hice dos más y todavía me sobró de los recortes para hacer otro. En total hice 15 cronuts.

Reservamos mientras calentamos el aceite en una sartén.

Cuando el aceite esté caliente freimos primero la masa que sacamos de los agujeros, bueno yo las freí primero para que fuesen probando los larpeiros que tengo en casa. Cuando estén fritos los sacamos para un plato con papel absorbente.

Y vamos ya con los cronuts, los freímos primero por un lado, los dejamos hasta que se doren.

Y luego por el otro. Dejamos unos minutos hasta que estén hechos por los dos lados. Cuando estén hechos los sacamos a un plato con papel absorbente para que suelten el aceite de la fritura.

Para hacer el glaseado mezclamos azúcar glass en este caso moreno con un poco de leche.

Como era poco azúcar también le eché un poco de azúcar glass del blanco. Tiene que quedar con una textura ni muy líquida ni muy espesa, ya lo vais viendo a medida que vais mezclando.

Cuando los cronuts estén templaditos, para no quemarnos las manos, los vamos metiendo en el glaseado. Yo los metí sólo por un lado porque no me gustan las cosas demasiado dulces, pero si sois muy larpeiros los podéis untar por los dos lados.

He de deciros que en casa tuvieron mucho éxito, son muy viciosos, tened cuidado y no os los comáis todos de una sentada, con uno o dos será suficiente.

Los que sobraron para el día siguiente, según me dijeron los larpeiros de mi casa estaban todavía más ricos, o por lo menos a ellos les gustaron más.

Mirad cómo quedan por dentro estos cronuts rápidos, ideales para rellenar con cualquier cosa que os guste, pero yo lo haré para la siguiente ocasión que los haga y ya os contaré.

Un saludo,
Sé.
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miércoles, 15 de abril de 2020

Carne de cerdo asada


La carne asada es una de esas comidas sencillas y de toda la vida que me encantan, me da igual que la carne sea de cerdo, de ternera, de pollo, de conejo, etc. En esta ocasión compré pala de cerdo y quedó súper rica y tierna, la  acompañé de  zanahorias y  patatas fritas, y la verdad es que comimos estupendamente.  La carne asada en pota (olla) o tartera es muy típica de Galicia y en casi todas las casas se hace así aunque con alguna variación en los ingredientes según la casa en la que la hagan. Yo le añadí un tomate entero porque no me quedaba pimiento ni del rojo ni del verde pero me quedó igual de rica. Voy ya con la receta de esta carne de cerdo asada que como vais a ver es muy fácil de hacer y con ingredientes sencillos y baratos. No os pongo cantidades porque ya calculáis vosotros según los que seáis en casa.

Ingredientes:

-paleta de cerdo (o de la parte que os guste)
-varios dientes de ajo
-perejil
-1 cebolla (o media si es grande)
-1 tomate
-1 vaso de vino blanco
-zanahorias
-patatas
-aceite de oliva
-sal

Elaboración:

Si podemos hacerle el adobo con ajo, perejil y sal la noche anterior lo hacemos, sino lo hacemos en cuanto lleguemos a casa para que la carne coja el sabor. Picamos bien el ajo y el perejil.

 Cortamos la carne en trozos y le echamos sal y el adobo de ajo y perejil. También le podemos añadir un poco de aceite de oliva. Guardamos la carne en la nevera toda la noche o toda la mañana.

Para elaborar ésta receta lo primero es poner una olla con un poco de aceite y cuando esté caliente doramos la carne.

 La doramos bien por todos los lados.

Cuando esté dorada le añadimos la cebolla troceada, no hace falta que la piquemos mucho y el tomate entero bien lavado.

Añadimos el vino blanco, tapamos la olla y dejamos que se cocine entre 40 y 50 minutos a fuego medio, dependiendo del tamaño de los trozos y del tipo de carne que sea porque algunas son más tiernas que otras.

Ya veis que el vino blanco se redujo bastante y el tomate está ya casi deshecho. Normalmente la sal que tenía la carne le llega, pero si probamos la salsa y vemos que está sosa le podemos añadir un poco más.

Es el momento de echar las zanahorias y dejar que se cocine todo junto hasta que las zanahorias estén hechas que serán unos 20 minutos más o menos a fuego medio. Si veis que se consume mucho el líquido le podemos ir añadiendo agua hirviendo a poquitos.

Ya veis como ha quedado mi carne, bien tierna y las zanahorias blanditas.

Servimos la carne de cerdo asada con las zanahorias en una fuente.

Y aquí está mi plato con unas patatas fritas en cuadraditos para acompañar y un poquito de salsa, aunque si os soy sincera luego me comí otro trocito de carne 😉 Con un trocito de pan tendréis una comida de 10, así que animaos a hacer esta receta de carne de cerdo asada.

Para completar nuestro menú acompañamos de una ensalada como por ejemplo ésta que hice y llevaba, a falta de lechuga y otras cosas, tomate, aguacate y aceitunas sin hueso. Ya veis que en éstos días de confinamiento, si no hay una cosa, le ponemos lo que tengamos por casa y seguro que nuestra ensalada saldrá igual de rica.

Saludos,
Sé.
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jueves, 9 de abril de 2020

Bacalao guisado con langostinos


El bacalao es un pescado que me encanta, se puede hacer de un montón de maneras y en cualquiera de ellas está rico. Es un pescado que además como suele estar en salazón tiene la ventaja de que aguanta un montón de tiempo y en estos días de confinamiento si lo tenemos por casa podemos echar mano de él en cualquier momento. En esta ocasión os voy a contar como hice hace unos meses este bacalao con langostinos que la verdad es que me quedó espectacular, estaba súper ricoooooo. Lo de los langostinos es totalmente opcional, yo se los puse porque me quedaban unos cuantos todavía en el congelador, pero si no los tenéis, ésta receta os va a quedar riquísima igual, aunque la verdad es que los langostinos alegran cualquier plato 😉

Ingredientes:

-bacalao salado (según comensales)
-patatas (lo mismo, según los que seáis)
-langostinos (yo tenía unos 20)
-2 o 3 dientes de ajo
-1 puerro (si no tenéis le ponéis cebolla o cebolleta)
-1 trozo de pimiento verde (o del que tengáis, rojo, amarillo)
-3 o 4 zanahorias
-perejil
-1/2 vaso de vino blanco
-1 cucharadita de pimentón dulce
-1 lata pequeña de tomate triturado 
-2 o 3  hojas de laurel

 Elaboración:

El día anterior tenemos que desalar el bacalao en una olla grande con agua. Para que se desale mejor lo troceamos y le cambiaremos varias veces el agua. Dependiendo del grosor tardará más o menos horas en desalarse, pero si no es muy gordo con desalarlo desde la noche anterior cambiándole el agua será suficiente.
Para empezar con la receta lo primero es poner una olla con agua a hervir y el laurel. Cuando esté hirviendo añadimos los langostinos y cuando vuelva otra vez a romper el hervor apagamos. Escurrimos los langostinos y guardamos el agua para más tarde.

En una tartera doramos un poco los ajos picados, después añadimos el pimiento verde y el puerro también bien picaditos. Dejamos rehogar un poco y añadimos las zanahorias en rodajas.

Le damos unas vueltas a las zanahorias y añadimos el pimentón dulce.

Rápidamente echamos el vino blanco para que no se nos queme el pimentón porque si no amargaría la salsa.

Mezclamos todo bien y añadimos el perejil picado. Si no tenéis perejil no pasa nada.

Añadimos ahora el tomate triturado y lo dejamos cocinar unos minutos.

Mientras tanto vamos pelando las patatas. Si vemos que se nos queda seco le podemos añadir un poco del agua reservada.

Cuando tengamos las patatas peladas y cortadas en rodajas se las añadimos a la tartera.

Mezclamos todo bien y dejamos cocinar.

Vamos añadiendo el agua que tenemos reservada según van necesitando las patatas. No es bueno echar mucha agua de golpe porque nos quedaría la salsa muy suelta. Este es uno de esos guisos en los que hay que estar pendiente mientras se hace, pero vale la pena el resultado.

Mientras se hacen las patatas pelamos los langostinos y reservamos las colas.

Cuando las patatas estén a media cocción (unos 15 minutos) añadimos el bacalao.

Dejamos cocinar el bacalao unos 10/15 minutos más o menos. Depende un poco del grosor de nuestro bacalao. Cuando falten un par de minutos para que esté hecho añadimos las colas de langostinos y tapamos la tartera.

Cuando esté todo listo apagamos el fuego y dejamos reposar un par de minutos antes de servir con la tartera tapada.

Y aquí tenéis mi ración de bacalao guisado con langostinos, tiene buena pinta ¿no?

Para acompañar podemos hacer una ensalada como por ejemplo ésta que llevaba lechuga, remolacha rallada, naranja, granada y maíz.

Un saludo,
Sé.
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