viernes, 9 de febrero de 2018

Filloas de caldo


Ayer no pude hacer ninguna entrada en el blog porque estuve en casa de mi madre haciendo filloas, así que hoy en compensación os pongo la receta de sus filloas de caldo.
Como sabéis estamos ya en pleno carnaval y en Galicia no puede haber un carnaval sin filloas ni orejas, así que ayer nos pusimos manos a la obra y entre mi madre, mis hermanas y yo hicimos las filloas. Estuvimos toda la tarde haciéndolas, comiéndolas y de paso de cháchara, que también viene bien de vez en cuando, total, que se nos pasó la tarde en un santiamén. Mi madre previamente había hecho el caldo con unos buenos huesos de espinazo el día anterior para que estuviera frío y así poder hacer el almohado por la mañana y que estuviera reposado por la tarde, que como dice ella, es para que se abra la harina. Luego os lo explico todo en la elaboración. No pongo cantidades porque las filloas se hicieron a ojo toda la vida, según la cantidad que queráis hacer vais calculando lo que necesitáis de cada cosa, el asunto es que el almohado no quede ni muy espeso ni muy suelto, ya lo vais a ver en las fotos y en un par de vídeos cortos. Nosotros solemos hacer las filloas en filloeira, que son una especie de planchas redondas de hierro que no se pueden mover porque pesan y están muy calientes, pero se pueden hacer en sartén, no quedan igual pero también valen.

Ingredientes:

-huesos de espinazo salados
-agua
-harina
-huevos
-sal
-tocino blanco gordo (para untar las filloeiras)

Elaboración:

Lo primero es poner los huesos de espinazo a remojo el día anterior a hacer el caldo.  El día que hagamos el caldo ponemos a cocer los huesos en abundante agua, mejor que sobre y no que falte, luego se podrá aprovechar para cocer una verdura o algo así. Cuando tengamos el caldo hecho lo dejamos enfriar para hacer el almohado (la mezcla). Probamos el caldo que seguro que ya está bien de sal, pero si vemos que está soso podemos añadir un poco de sal cuando hagamos la mezcla con la harina.  Mi madre tiene de estas ollas super grandes y la verdad no sé cuántos litros lleva, pero cada uno que haga el caldo que necesite.


Una vez que está el caldo hecho y frío vamos echándolo en un cacharro más manejable y vamos añadiendo la harina  mezclando con un batidor y procurando que no queden grumos. Nosotras como hacemos bastante lo vamos echando en otras ollas grandes. Ésta es mi madre haciendo el almohado. Según me dijo para esta olla de caldo utilizó casi tres quilos de harina, pero eso es porque nosotras hacemos muchas. Este paso mejor lo hacemos unas horas antes de añadir los huevos para que la harina repose y que se vaya abriendo. Reservamos un poco de caldo por si acaso al ir haciendo las filloas necesitamos aligerar un poco el almohado final.

Cuando haya reposado la harina con el caldo le añadimos los huevos batidos colándolos previamente. Nosotras echamos en una de la ollas 8 huevos y en otra 5, pero tampoco importa demasiado si llevan más o menos huevos. Dicen que si le echas demasiados se secan mucho las filloas, porque aquí en Galicia se suelen hacer bastantes para tenerlas hechas todo el carnaval, y al estar hechas varios días se van secando un poco. La verdad es que lo mejor es ir comiéndolas recién hechas que es como más ricas están.

Nosotras hicimos estas dos ollas de almohado, ya veis que tienen distinto color, eso es por que una ya tenía los huevos añadidos.
Una vez que tengamos esto hecho, vamos poniendo las filloeiras al fuego para que se vayan calentando y una vez que estén listas untamos el tocino y vamos haciendo las filloas. Hay que untar tocino cada vez que hagamos una filloa.
Estas son las filloeiras.
Echamos la masa o almohado con un cucharón, yo suelo utilizar uno que ya me da la medida de cada filloa. Como no puedo mover las filloeiras echo la masa y la estiro con una espátula, pero si las hacéis con sartén que pesa menos la cogéis por el mango y vais extendiendo la masa inclinándola y moviéndola. Según vamos haciendo las filloas vamos viendo el punto que tiene la mezcla, y si vemos que no resbala bien por la filloeira o sartén le podemos añadir más caldo.

Cuando esté cuajada por un lado le damos la vuelta con cuidado de no quemarnos los dedos. Yo lo hago con la mano, pero hay gente que lo hace con espátula, ya vais viendo vosotros de que manera os resulta más cómodo.


A medida que las vayamos haciendo, si es que no se las comen todas como pasa muchas veces, vamos poniendo las filloas a enfriar en la encimera bien limpia y luego las vamos colocando en un plato.

Aquí ya teníamos hechas unas cuantas y eso que  nos fuimos comiendo algunas, es muy difícil resistir la tentación.
Al final de la tarde conseguimos hacer todas estas. Aquí había 14 docenas, eso sin contar las que nos fuimos comiendo porque estaban buenísimas. Cuando las vayamos a comer al día siguiente las podemos calentar y ponerle algún relleno salado como lacón, chorizo, chicharrones, tocino que es como se comen en muchas casas, o también podemos ponerle ingredientes dulces como azúcar, miel, crema, mermelada, en fin lo que más nos guste.

Espero haberme explicado bien y que os guste la receta de filloas de caldo que hace mi madre, si es así podéis comentármelo en esta misma entrada y si tenéis alguna duda intentaré responderos lo más pronto posible.
Saludos.
Sé.

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