Helado de fresa con yogur y leche condensada

En estos días de verano con el calor que hace, apetecen postres fresquitos como este riquísimo helado de fresa con yogur y leche condensada que hice la semana pasada.  Aprovechando que mi amiga Susana me regaló unas fresas caseras de las que cultiva su padre y después de hacer las clásicas fresas con nata para un larpeiro que tengo en casa, hice este helado, que ya os digo yo que si lo probáis repetiréis seguro porque queda muy cremosito gracias a la leche condensada y al yogur griego. Es un helado que combina fruta fresca, yogur y leche que lo hace muy completo y saludable porque no lleva tanta grasa como los helados que hay en el mercado. Y si tenéis niños a los que les cuesta tomar ciertas frutas, así en forma de helado seguro que no protestan.

Ingredientes:

-fresas (que tengan sabor)
-1 bote de leche condensada pequeño (397 gr)
-1 yogur griego natural
-1/2 limón

Elaboración:

Aquí tenéis las fresas que me quedaron después de hacerlas con nata. Eran pequeñas pero riquísimas. Tenemos que lavarlas bien antes de quitarles el rabito. Reservamos encima de un trozo de papel de cocina para que no tengan agua.

En un bol echamos la leche condensada.

Le añadimos el zumo del medio limón previamente colado. Removemos bien.

Ahora añadimos el yogur griego y volvemos a mezclar bien.

Por otro lado troceamos un poco las fresas y las trituramos con la batidora.

Añadimos el puré de fresas a la mezcla anterior colándola para que no lleve las pepitas que tanto desagradan a los niños.

Mezclamos bien la pulpa de fresa con unas varillas.

Aquí tenemos nuestra mezcla.

Llenamos los moldes de helado.

Y lo que sobra lo echamos en un cacharro de plástico apto para congelador. Metemos todo en el congelador.

Para desmoldar los helados tenemos que dejarlos unos minutos a temperatura ambiente. Éste es el resultado de uno de ellos, rico, rico.  En mi casa tuvo un exitazo tremendo, no dudéis en hacerlo os va a gustar fijo.

Y aquí una bola de helado con un poco de topping de chocolate ¡me encantaaaaa!

Un saludo,
Sé.
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Parrochas afogadas al estilo de Carmen

Hacía tiempo que le tenía ganas a unas ricas parrochas afogadas al estilo de Carmen que no daba hecho porque no conseguía parrochitas de las de aquí, o sea de Galicia, que son más ricas que las de otros sitios. Pero al fin hace unos días, la pescadera que ya me conoce, me dijo que las tenían y pude por fin hacer esta rica receta de pescado. Las parrochitas, xoubas o sardinillas están muy buenas así como las hice en esta ocasión, pero también están muy buenas fritas pasadas por harina, sin espina y rebozadas, en escabeche, etc. Esta receta de parrochas afogadas,  la aprendí de mi madre que siempre las hizo así y con lo ricas que están, si las probáis, seguro que vais a repetir.

Ingredientes:

-parrochitas (preferiblemente gallegas)
-patatas
-1 o 2 cebollas
-3 o 4 dientes de ajo
-1/2 pimiento verde (o rojo)
-2 o 3 tomates maduros
-1 cucharadita de pimentón dulce
-sal
-aceite de oliva


Elaboración:

Lo primero que tenemos que hacer al llegar a casa con nuestras parrochitas es pasarles un agua con cuidado porque son muy delicadas y añadirles un poco de sal. Las reservamos en la nevera un rato mientras hacemos otras cosas.
Pelamos y lavamos la cebolla, la cortamos en rodajas y la colocamos en el fondo de una tartera grande.

Hacemos lo mismo con las patatas, pero en este caso pondremos varios pisos, sobre todo si somos muchos para comer.

Echamos ahora los ajos picados.

Ahora los tomates pelados y picados y también el pimiento.

Añadimos el pimentón dulce y la sal. También le podemos echar un poco de perejil picado, pero yo en ese momento no tenía, así que lo hice sin él.

Añadimos uno o dos vasos de agua.

Y también un chorro de aceite. Ponemos al fuego la tartera tapada para que se vayan haciendo las patatas. Las dejaremos unos 25 o 30 minutos.

Cuando las patatas estén casi hechas colocamos las parrochitas encima con cuidado. Volvemos a poner la tartera al fuego y dejamos que se haga el pescado que no tardará mucho, más o menos unos 5 minutos.

Y así quedaron estas ricas parrochas afogadas al estilo de Carmen. Dejamos reposar un ratito antes de servir.

Y aquí os pongo la foto del plato que me comí yo, bueno, del primero, porque luego repetí 😋

Para acompañar este rico plato podemos hacer una ensalada como por ejemplo ésta que era de lechuga, maíz, aceitunas negras y queso de arzúa.

Un saludo,
Sé.
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Helado de limón con yogur y leche condensada

Con este calorazo que hace, apetecen cosas fresquitas como este helado de limón con yogur y leche condensada que hice el otro día con tan sólo 3 ingredientes. Es la misma receta de la crema de limón que compartí con vosotros en otra entrada reciente y que como en mi casa gustó tanto, la hice pero metiéndola en el congelador para darle forma de polo y de helado.  Queda con una textura muy buena porque no hace esos cristalitos de hielo que quedan en algunos helados caseros, así que animaos y hacer este rico helado que, si os gusta el limón, os va a encantar.

Ingredientes:

-1 bote pequeño de leche condensada (397 gr)

-2 yogures griegos naturales

-2 o 3 limones

Elaboración:

Mezclamos la leche condensada con el zumo de limón previamente colado para que no lleve restos de pulpa ni de pepitas. Es mejor ir añadiendo poco a poco e ir probando para que no quede demasiado fuerte, sobre todo si tenéis niños en casa.

Mezclamos bien con unas varillas.

Añadimos los yogures griegos y volvemos a mezclar bien con las varillas.

Así queda la mezcla.

Echamos la mezcla en una tarrina apta para meter al congelador.

Y también podemos hacer lo mismo en unos recipientes para hacer polos. A los niños, si los tenéis, les gustará más.

Tapamos los polos antes de meter al congelador.

Después de unas horas en el congelador o también de un día para otro éste es el resultado. Os recomiendo que para que se desmolde bien lo dejéis un ratito a temperatura ambiente.

Y aquí os dejo el resultado del helado de la tarrina que saqué con una cuchara, aunque si tenéis el aparato de hacer bolas de helado os quedará mejor. Podemos añadirle al helado de limón con yogur y leche condensada el topping que más nos guste, a mí me apetecía con un poco de chocolate...

Saludos,

Sé.

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Croca de cerdo especiada

Como os tengo comentado en más de una ocasión, la foto no dice mucho, pero os puedo asegurar que  esta croca de cerdo especiada estaba buenísima. Es muy fácil de hacer y si la acompañamos de  unas patatas y una ensalada, tendremos una comida de diez. No sé a vosotros, pero a mí las especias me gustan mucho, las utilizo en muchas de mis recetas porque además de ser saludables le dan un toque especial a recetas que  sin ellas nos parecerían algo insulsas.

Ingredientes:

-croca de cerdo (u otra carne que os guste)
-2 cucharaditas de orégano (más o menos)
-2 cucharaditas de pimentón dulce
-1 cucharadita de curry
-1 cucharadita de jengibre molido
-1 cucharadita de pimienta negra
-1 chorro generoso de aceite de oliva virgen
-patatas cocidas (para acompañar)
-sal

Elaboración:

A mí me gusta traerme la pieza entera de carne para casa y así le quito la grasa y la troceo a mi gusto. Esta era una pieza de un kilo.

Cuando tengamos la carne troceada le añadimos un poco de sal.

Y también el orégano.

En un cuenco echamos el aceite y las especias.

Mezclamos todo bien con una cuchara.

Echamos este aceite con especias en la carne y removemos  para que se impregne bien todo. Dejamos reposar hasta la hora de cocinarla.

Un poco antes de comer ponemos una sartén al fuego y echamos la carne especiada. Dejamos que se haga a fuego fuerte removiendo de vez en cuando hasta que esté tierna. No hay que hacerla demasiado porque si no se quedará muy seca, con unos 5 minutos más o menos le llegará. También hay que tener en cuenta el tamaño de los trozos de carne, si son muy grandes les llevará más tiempo, pero es mejor que sean pequeños para que se hagan rápido a fuego fuerte.

Servimos la carne acompañada de las patatas cocidas a las que les echaremos un poco del jugo por encima, quedan deliciosas. Ya os digo, probad a hacer esta receta de croca de cerdo especiada, seguro que os va a gustar.

Acompañamos de una ensalada, esta era de lechuga, tomate, maíz y arándanos rojos.

Saludos,
Sé.
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Ensalada caprese

La ensalada caprese es una ensalada básica de la cocina italiana y aunque es muy conocida mundialmente todavía me encuentro gente que no sabe como es, así que para ellos va esta sencilla receta de una ensalada que suelo hacer cuando tengo tomates caseros de la aldea que son los que saben a tomate. ¿A vosotros también os pasa como a mí que no encontráis tomates que sepan a tomate en ningún sitio? Ya me contaréis, yo en estas fechas me aprovecho de que me regalan tomates de aldea que tienen un sabor exquisito. La ensalada caprese sólo lleva tomate, mozzarella y albahaca que en mi caso como no la suelo tener fresca en casa utilizo de la seca, no es lo mismo pero también está rica. 

Ingredientes:

-tomates (mejor caseros)
-1 bola de mozzarella
-albahaca (mejor fresca)
-sal
-aceite de oliva virgen extra

Elaboración:

Lavamos bien los tomates y los cortamos en medias lunas. Cortamos más o menos de la misma forma la mozzarella y la colocamos al lado de cada trozo de tomate. Le echamos por encima la albahaca, un poco de sal y el aceite. Si la albahaca es fresca picaremos un poco las hojas antes de echarlas en la ensalada.

 Otro día la serví colocada de esta manera. Fijaos en lo carnosos que son estos tomates.

En esta ocasión tenía tomates de varios tamaños y me quedó así.

 También le podemos añadir unas aceitunas negras picadas.

Animaos a hacer esta sencilla ensalada caprese, está riquísima sobre todo si tenéis como os dije antes unos tomates que sepan a tomate.

Un saludo,
Sé.
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